Las piezas documentales que integran la muestra permiten escuchar esas voces de las mujeres del pasado, y rescatar, detrás de los marcos normativos, prácticas no escritas de la sociedad.
El conjunto de expedientes reúne y expone una variedad de expresiones y ejemplos en el ámbito del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires, pero también aborda algunos años anteriores a 1822, dando cuenta no solo de un rígido pasado colonial, sino también de cómo el pensamiento ilustrado y la Revolución de Mayo lejos estaban aún de contemplar derechos para las mujeres.
También se ha intentado mostrar distintas materias jurídicas en diferentes fueros, lugares y departamentos judiciales; rescatando el valor de la diversidad de los materiales disponibles para la consulta, tanto en secciones históricas como en los archivos judiciales y en repositorios institucionales que han firmado convenios de guarda prolongada y conservación con la Suprema Corte de Justicia.
Por otro lado, se ha preservado un lugar en la muestra para las primeras mujeres que se han desempeñado en el ámbito judicial. En este caso, vale mencionar que se han incorporado en la indagación y exposición otras fuentes propias, como los libros de sueldos y los legajos personales. Allí se encuentran las dos primeras empleadas y la primera jueza.
Se trata apenas de una selección posible, pero significativa. Ojalá sea un modo de estimular el interés por otras causas igualmente valiosas sobre cuestiones de género en el acervo documental de las fuentes judiciales.
En estos casos y en muchos más, se trata de mujeres buscando respuestas, que habrían perdido toda visibilidad y voz, si no fuera por las huellas que han dejado en los expedientes y en otros documentos.
Resaltar sus nombres y mostrar sus luchas en los pasajes expuestos, es un modo de mantenerlas presentes.
